Fotografo evento : Andres_Velencoso retratos para Blue Label
Fotografo evento :Andres_Velencoso retratos para Blue Label Andrés_Velencoso Segura retratos(Tosa de Mar, Gerona; 11 de marzo de 1978) es un modelo y actor español, especialmente conocido por sus campañas publicitarias para Chanel Allure Homme, fragancia Sport y la campaña de Louis Vuitton con Jennifer Lopez en 2003.
En junio de 2009, Segura alcanzó el puesto número 6 en la lista Top Icons Men de Models.com, junto a otros modelos como Mathis Lauridsen, Tyson Ballou y Mark Vanderloo. Fotografo evento, Además alcanzó el número dieciséis en la lista de “The Money Guys” junto a sus compatriotas Oriol Elcacho y Jon Kortajarena.1 2
En 2012, debuta como actor en el cine con la película Fin de Jorge Torregrossa y en 2014, en televisión en la serie B&B, de Boca en Boca. Fotografo evento.
Esta es la historia de Andrés Velencoso padre, claro. Pero sin ella no se entiende del todo la del hijo (Tossa de Mar, 1978), el modelo y actor que tiene su mismo nombre y su misma cara, solo que en un cuerpo más grande y más largo. En Tossa (unos 5.000 habitantes), los Velencoso no pueden parar de saludar. Fotografo evento el autor de estas fotos, se le ocurre poner a Andrés a pescar en las rocas vestido con un traje de Dolce & Gabbana y mientras posa para las fotos, se acerca una barca. Son dos vecinos que le prometen que luego le llevan a casa sepia recién pescada. El pueblo, que tiene una playa en forma de C y un castillo como los que dibujan los niños, está animado el sábado al anochecer. Hay habaneras y rom cremat y una boda de ingleses que han alquilado el trenecito turístico para llevar a las damas de honor, todas a juego en amarillo pollito. Eso, y además la sesión de fotos de ICON, con Andrés y todo el equipo metido en el mar para fotografiar la portada. Fotos por Gorka Postigo.
Andrés Velencoso
De pequeño, el modelo jugaba aquí partidos de fútbol en calcetines y cogía cangrejos por las rocas –intenten no citar el primer verso de Mediterráneo al leer esto. Yo no lo conseguí–. “Me daba rabia porque cuando se acababa el cole, los demás se iban de vacaciones y a nosotros nos tocaba currar”, dice en un lamento que reconocerán todos los hijos de la hostelería. “A los 12 años ya me puse a trabajar los veranos en el bar, con mi tío. Primero quieres ahorrar para la moto. Cuando ya la tienes, quieres una moto más grande. Y, después, el coche”.
Así estuvo hasta los veintitantos. Incluso cuando ya estaba viviendo entre Milán y París y encarando sus primeras grandes campañas, si volvía a Tossa, se encontraba tras la barra a la mínima. Hace unos años, corría la leyenda de que un domingo cualquiera en el Casa Andrés podías encontrarte con que te servía la fideuà cierta superestrella del pop australiana. No existen documentos gráficos que lo prueben.
Durante la sesión de fotos, Andrés gestiona los espacios (el que vigila las barcas de la playa también jugó con él al fútbol), propone encuadres y hasta busca un accesorio para la cámara de Gorka, una Hasselblad 501 nada corriente. Como diría Paquita Salas, “hace un 360”. “Por eso no me he aburrido todavía de esto, porque me involucro en todos los proyectos y opino sobre todo, y más si el fotógrafo se deja. Cuando era joven sí que llegaba y me quedaba ahí parado”, explica.
Tampoco le fue nada mal quedándose parado. En 2003, unas fotos con Inez y Vinoodh en Voguele valieron una campaña global de Louis Vuitton con Jennifer Lopez fotografiada por Mert and Marcus. “Eso marcó un antes y un después en su carrera”, confirma Eduardo Sayas, el representante de modelos y fundador de la agencia Sight que vio su potencial nada más conocerlo y con el que sigue trabajando.
A partir de ahí vinieron las campañas de Le Male, de Jean Paul Gaultier, y de Allure, de Chanel, y todas las portadas posibles. “Comencé a los 20 o 21, cuando estudiaba Turismo en Barcelona, pero no me vino lo gordo hasta que tuve 25. No fui el típico al que descubren en una discoteca y en dos días lo peta todo. Eso también te ayuda a saber dónde estás”, resume Velencoso.
Ya por entonces, cuando vino lo gordo, su amigo y ahora agente Antonio Rubial le dijo un día medio en broma: “Oye, tú tendrías que ser actor”. Se echó a reír y contestó: “A lo mejor”. Fotografo evento La idea le rondó hasta que por fin se lanzó hace unos seis años y debutó en Fin, un thriller en el que compartía créditos con Maribel Verdú, Clara Lago y Daniel Grao, entre otros.
Desde entonces, ha rodado la comedia Señor, dame paciencia y participado en las series B&B y Edha, esta última para Netflix Argentina.
Ahora está grabando Velvet Colección (Movistar+), donde interpreta a un villano, el embajador iraní Omar Ahmadi. Pero no se engaña, se considera todavía un “bebé” en la profesión. “Imanol Arias siempre dice que él está en Primero de José Luis Gómez y en Segundo de José Sacristán.
Yo debo de estar en Parvulitos”. Hace poco, mientras ambos rodaban un capítulo de Velvet Colección, le detectó al patriarca de Cuéntame “un gesto en la cara de esos de veterano” y se lo apuntó en una carpeta mental en la que guarda los recursos interpretativos que va robando a sus mayores.
“Los actores grandes son muy generosos con sus compañeros, pero se dosifican y cuando llega su plano, lo dan todo. Yo, cuando llega mi plano a veces estoy que ya no me aguanto.
El otro día rodábamos a las cuatro de la mañana una escena bastante complicada y cuando me tocó a mí, ya no sabía ni lo que decía. Fotografo evento Suerte que era con Jorge Torregrossa, que fue mi primer director en Fin, y sacamos la escena como pudimos. Sólo pensaba: ‘Madre mía, qué vergüenza. Es viernes, son las cuatro de la mañana, la gente se quiere ir y yo no doy una”, se lamenta.
“Al principio él tenía mucho nervio y ansiedad por llegar y llegar ya”, confirma Rubial. “Una de las labores de los agentes es tranquilizar a los clientes y darles un punto de realidad, de cómo funcionan las cosas. Fotografo evento A ellos les gustaría hacer muchas cosas, pero la realidad es que no es todo tan rápido ni tan fácil. Fotografo evento En la carrera de un modelo sí que hay que correr mucho, porque se acaba rápido.
En la de un actor, no”. Ambos están de acuerdo en que Velencoso trabajará más y mejor cuando se vaya acercando a los cincuenta y deje de ser tan absurdamente guapo.
“A Brad Pitt seguramente no se lo tomaban tan en serio cuando hizo Thelma y Louise”, apunta el interesado, que también cita a José Coronado y Belén Rueda como actores que tuvieron que ganarse el pan y la sal, a menudo frente a la hostilidad de sus propios compañeros. “Belén me lo ha contado mil veces. Fotografo evento En Periodistas le hacían bullying, y eso que estaba casada con el productor. Hasta que la cogió Alejandro Amenábar en Mar adentro. A él le decían: ‘¿Por qué coges a esta tía?’. Pues porque seguramente hizo el mejor casting. Hay que dejarse los prejuicios fuera de casa”, defiende Andrés.
El actor
acaba de cumplir los 40 y se lo ha tomado bien. En los photocalls,los reporteros de guardia le hacen las preguntas que a las actrices les hacen a partir de los 22. Que cuando va a tener hijos con su pareja, la it girl italiana Ginevra Rossini Ligresti, y todo eso. Fotografo evento Él echa balones fuera. “¿Qué sentido tiene que diga que quiero tener hijos dentro de un año?
Al final se queda en un titular tonto. He hecho entrevistas muy interesantes que han quedado reducidas a eso. Con el tiempo aprendes a no hablar de tu pareja”.
Otros temas sobre los que prefiere no explayarse: los abusos en el mundo de la moda, que han hecho caer a algunos fotógrafos estrella con los que ha trabajado (“no me sorprendió. Solo espero que si alguien está pasando por algo así, lo denuncie”) y el procés, difícil de esquivar en Tossa. Sobre el castillo ondea una estelada y cuelga un lazo amarillo gigante, pidiendo la libertad de los políticos independentistas presos.
Ese padre manchego apura una copa de blanco y una tapa de altramuces mientras el Casa Andrés se prepara para el servicio de mediodía de un domingo de verano. Él ya no ejerce. Es su hija Silvia quien regenta ahora el restaurante, tras vivir unos años en Nueva York y Barcelona moviéndose en el mundo de las revistas de moda.
Uno intuye que en esta familia nadie se va nunca del todo. Al patriarca, bronceado y pintón, con camisa de The Brubaker, la marca de la que su hijo es socio, se le ve orgulloso. Y eso que cuando el Andrés (también Andresito o el tete para sus hermanas) le dijo que iba a dedicarse a la moda, no lo vio claro. “Cuando me dijo que iba a dejar la carrera, yo lloré y él lloró también. Me dijo: ‘Lo voy a probar un año y si no funciona, te prometo que vuelvo”. Solo lamenta dos cosas. Fotografo evento.
La primera, que su reina no llegara a vivir todo el éxito del hijo. Falleció en 2002 de cáncer de huesos con solo 46 años. La segunda, que ninguno de los tres niños sacara los ojos azules de la madre, la andaluza rubia cuyo nombre lleva Andrés Velencoso tatuado en el pecho. Andrés Velencoso hijo, se entiende.